Después de un largo y agotador día de trabajo, un joven decidió hacerle una visita a su madrastra.Había llegado el momento de que finalmente hiciera un movimiento sobre ella, ya que había estado albergando pensamientos traviesos sobre ella durante bastante tiempo.Estaba bien consciente de la naturaleza tabú de sus deseos, pero no pudo ayudarse a sí mismo.Mientras entraba en la habitación, la notó reclinándose en el sofá, su amplio pecho a plena exhibición.Su corazón follaba con anticipación mientras se acercaba a ella, sus ojos se encerraban en sus curvas tentadoras.Con una sonrisa diabólica, comenzó a tocarla, sus manos exploraban cada centímetro de su voluptuosa forma.Su toque se estremecía por su columna, encendiendo un fuego dentro de ella que había estado latente durante demasiado tiempo.Ella gimió de placer mientras continuaba acariciándola, sus dedos trazando un camino de deseo a través de su cuerpo.