Una joven asistente de oficina de 18 años fue pillada robando a la empresa en la que trabajaba.¿Su castigo?Una seductora reprimenda de su jefe, seguida de una estricta sesión de manoseo en el garaje.La pobre chica quedó humillada y degradada, su inocencia quitada de la manera más vulgar.El vídeo captura cada momento de este acto depravado, mostrando el manejo rudo y las duras palabras que le fueron arrojadas al ladrón desafortunado.La escena no es para los débiles de corazón, ya que profundiza en las profundidades del morboso castigo y la humillación.El vídeo termina con la chica, ahora concha rota de su antiguo yo, siendo encerrada en una celda de prisión, un final adecuado para un acto tan despreciable.Este vídeo es un testimonio del lado más oscuro de la vida de la oficina, un mundo donde el robo es castigado con las consecuencias más graves.