Un joven, con muchas ganas de aprender el arte de disparar su carga, consulta a un tutor experimentado.El tutor, un caballero bien dotado, decide proporcionar una demostración práctica.Instruye al estudiante ansioso a manosear su impresionante miembro, guiando su mano con la suya propia.Las manos del tutor se mueven al unísono con los estudiantes, creando un ritmo que construye la tensión.Las respiraciones del tutor llegan a ser laboradas a medida que se acerca el clímax.Con un golpe final, potente, el tutor libera su carga, su corrida se salpica sobre el pecho del estudiante.El estudiante queda asombrado, su rostro una imagen de satisfacción.El tudor sonríe, satisfecho con su lección.El estudiante, ahora armado con sus nuevos conocimientos, está listo para poner en práctica sus lecciones.La escena termina con los tutores corriéndose echizando en el pecho de los estudiantes, un testimonio de su educación.