Las jóvenes hermanastras siempre habían estado un poco demasiado cerca para la comodidad, según su estricta madrastra.Decidieron buscar ayuda profesional y programaron una cita con un médico en el hospital.Poco sabían, esta no era una sesión de terapia ordinaria.El doctor tenía un enfoque único en su terapia, que implicaba mucho más que solo terapia de conversación.Tenía una propuesta bastante grande para las dos chicas.Las presentó a su enorme miembro, un espectáculo que las dejó a ambas asombradas.El doctor, al ser el desviado que era, insistió en tratarlas en ese mismo momento y allí en su sofá magnífico.Las chicas, al ser las curiosas criaturas que eran, no pudieron resistir el encanto de su monstruosa polla.Así se las turnaron para chuparla, sus pequeños y pequeños cuerpos luchando por acomodar su pereza.El médico, con sus expertas manos, las hizo llegar al clímax, dejándolas a las dos completamente satisfechas y cumplidas.