Cuando la joven y salvaje Jericha Jems decide impulsar su cuenta bancaria con alguna terapia minorista ilícita, es sorprendida con las manos en la masa por un oficial de Prevención de Pérdidas.A pesar de sus intentos de huir, está acorralada en el taller.El oficial, en lugar de llamar a la policía, decide lidiar con el joven delincuente en persona.Él la obliga a realizar un degradante striptease, capturando cada momento en cámara para futuras referencias.El oficial luego la lleva a su despacho, donde la desnuda de la ropa que le queda y se abre camino con ella.Incluso invita a la policía a presenciar su manejo de la situación.El oficial es claramente un hombre que disfruta de su poder, y lo utiliza para castigar a Jericha de la manera más explícita posible.Se trata de una historia de lujuria, poder y la ley, con un toque de fuerza.