Mi hermano tiene la costumbre traviesa de espiarme con su cámara oculta.La tiene guardada en los lugares más inesperados, capturando mis momentos más íntimos.Lo he pillado varias veces, pero siempre lo niega.He tratado de confrontarlo, pero solo me da esa sonrisa desenfrenada, como si tuviera algo sobre mí.He intentado ser bueno, pero la verdad, me encanta la emoción de ser observado.Incluso he empezado a vestirme más provocativamente, sabiendo que lo está viendo.Recientemente, incluso he empecé a jugar un pequeño juego con él.Me provocaré, tocándome a través del bikini, sabiendo qué está mirando.Inclusive he empezada a explorar mi lado más morboso, empujando mis límites.Me he convertido en un esclavo de mi propia desesperación, necesitando la liberación que solo él me puede dar.