Después de un agotador entrenamiento, me encontré deseando el toque de mis parejas.Al entrar a la habitación, me saludé su tentadora vista, su amplio pecho en plena exhibición.No pude resistir las ganas de explorar, y ella acogió con ansias mis avances.Con una sonrisa pícara, se arrodilló ante mí, tomando mi miembro palpitante en su boca.Sus habilidades orales no eran nada menos que espectaculares, llevándome al borde del éxtasis.Cuando sentí la necesidad de liberarme, ella obligó, permitiéndome cumplir mis deseos.En un giro de la inversión de rol, me vi nutriéndola, brindando la comodidad y satisfacción que ansiaba.La vista de su placer, la sensación de su gratitud, fue más de lo que pude haber esperado.Y como me retiré, ella aceptó con ansía mi ofrenda, saboreando cada gota.