Después de un día de compras en el centro comercial, una jovencita negra fue atrapada robando.Su padre, un hombre blanco mayor, estaba furioso y decidió darle una lección que no olvidaría.La llevó al garaje y la desnudó, dejando ver su cuerpo pequeño y sus pechos firmes.La hizo pararse en la esquina, su trasero expuesto, mientras le daba conferencias sobre su comportamiento.El castigo era duro, con él dándole nalgadas fuerte y rápida, su mano dejaba marcas rojas en su piel.Pero esto fue solo el comienzo.Luego sacó su miembro palpitante y la obligó a chuparlo, sus manos agarraban su cabeza.El acto de sexo oral fue solo un preludio a la follada hardcore que le siguió.La tomó por detrás, sus embestidas profundas y poderosas, su lujuria primordial sobre él.El garaje resonaba con sus gemidos salvajes y el sonido azotado de piel en la piel.Este era un castigo que recordaría, pero también una ella disfrutó en secreto.