Una teen pelirroja menuda, Mia Kays, se encontraba en una situación precaria cuando su brazalete robado fue descubierto por la policía.Estaba en el trabajo, tratando de cuidar al bebé de su jefe, cuando se deslizó y se dejó caer el brazaleto.El ruido súbito alertó a su jefe, que se apresuró a ver qué estaba pasando.Al entrar en la habitación, notó la cámara oculta grabando actividades ilícitas a Mias.Ella estaba en medio de darse placer a sí misma, sus pequeñas manos trabajando en una enorme polla monstruosa.La vista de su cabello rojo se extendió sobre la almohada, su cuerpo pequeño retorciéndose en éxtasis, era demasiado para que su jefe se resistiera.Rápidamente se unió a ella, sus cuerpos se entrelazaron en un abrazo apasionado.La cámara capturó cada momento, un testimonio de su lujuria insaciable.