En una lujosa mansión, la despampanante Briana Banderas estaba en sus conchas cuando su ascensor falló.No perdió tiempo en pedir asistencia profesional.Cuando llegó el reparador, fue cautivado por la vista de Brianas amplio seno, que apenas estaba contenido por su ajustada camisa.Intrigado por la vista, no pudo resistir la tentación de explorar más.Empezó acariciando suavemente sus senos, antes de desnudarla gradualmente y revelar su forma perfecta.Su hombría, una herramienta masiva y poderosa, estaba ansiosa por la acción.La guió hacia la boca de Briana, permitiéndole saborear cada centímetro de su impresionante longitud.Después de un gusto satisfactorio, se sumió en ella, llenándola con su inmenso coño.El intenso placer la dejó respirando agitando, pero anhelando más.