En un giro del destino, mi amante ha decidido retener su cuerpo de mí, obligándome a darme placer a sí misma.Ella observa como me acaricio, sus ojos hambrientos y su deseo palpable.Sin embargo, me niega la satisfacción de entrarle.En cambio, presenta su verga sintética, un stand-in para lo que no me dará.Ella me ordena llegar al clímax sobre ella, su voz firme y su expectativa clara.Obligo, mi mano moviéndose más rápido a medida que siento el borde acercarse.La vista de ella, sus tetas naturales tientando con anticipación, es demasiado para resistirme.Suelto mi carga sobre su miembro sintético, la sensación de su piel sedosa contra las yemas de mis dedos guiándome por el borde.Ella mira como clímax, una sonrisa satisfecha jugando sobre sus labios.Este es nuestro nuevo juego, un baile tentador de negación y sumisión.Y yo, querido espectador, estoy dispuesta a participar.